En el caso de que un cliente adopte conductas que causen molestias a otros clientes, dificulte el normal desarrollo del circuito o de la prestación de los servicios contratados, provoque situaciones de incomodidad, peligro o que no reúna las condiciones de higiene, y haya incurrido en alguno de estos hechos en una o varias ocasiones, por parte de Jolidey se podrá cancelar una reserva futura que incluya servicios prestados por Jolidey, en caso de que la misma exista; si estos hechos ocurren encontrándose el cliente en destino, Jolidey podrá negar al cliente la continuidad en el viaje sin posibilidad de reembolso de los servicios que no haya utilizado ni posibilidad de indemnización y/o compensación al respecto, puesto que lo sucedido será imputable al propio cliente, tal y como establece el Art. 162.3.a. del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias. Por parte de Jolidey se aplicarán lo anteriormente detallado de forma objetiva y no arbitraria, y sin discriminación. Las personas que deciden contratar un viaje con Jolidey aceptan respetar las normas de obligado cumplimiento de los diferentes establecimientos y recintos a visitar, puesto que el principal objetivo de Jolidey es el normal desarrollo del disfrute por parte de todos los clientes que utilizan los mismos servicios contratados. De igual modo, deben respetar las instalaciones y equipamientos de los establecimientos hoteleros y respetar sus normas de convivencia y funcionamiento. No haciéndose responsable Jolidey de que el establecimiento decida expulsar a un cliente por su conducta o por infringir las normas del establecimiento.