Viajar al Caribe es buscar el turismo de la calma, que nos hará descubrir esa manera pausada que tiene su gente de llegar a la felicidad, una serenidad que nos permitirá disfrutar despacio de ese paraíso y llenarnos de alegría y relajación. Olvídate de apretados itinerarios, de las listas de lugares que visitar para hacerte el enésimo selfi entre empujones, de volverte loco buscando restaurantes recomendados donde comer, de los madrugones intempestivos y de las colas en las entradas… ¡que tu única guía sea el placer de disfrutar el paraíso sin ataduras, ni inquietudes ni obligaciones! Ya sabemos lo que es tener que parar, ahora por fin toca disfrutar de nuevo de la verdadera tranquilidad. Si lo que buscas es esa calma y desconexión… vente al Caribe, te enganchará.

Dicen que la vida es un viaje: ¡¡vive más vidas viajando!!

Mucho más que playas paradisíacas

Si identificas el Caribe con esas interminables playas de ensueño con kilómetros de blanca y sedosa arena, aguas cristalinas de un increíble color azul turquesa con un fondo de esbeltas palmeras donde mecerte en tu hamaca a la sombra con una piña colada en la mano... pues estás en lo cierto: así son las playas que encontrarás en la República Dominicana, la Riviera Maya, Cancún y Costa Mujeres, en Varadero o en los Cayos de Cuba. Pero el Caribe te ofrece además muchas más posibilidades para divertirte ¡cuando te hayas relajado lo suficiente!