Un destino que nunca decepciona

A la hora de emprender un viaje, sobre todo cuando se trata de uno de los grandes, es esencial tener en cuenta un factor clave: las expectativas. ¿Verdad que resulta de lo más irritante cuando viajamos a un determinado lugar y, al llegar, nos encontramos con que ese monumento, ese edificio, esa plaza o esa obra de arte que tanta ilusión nos hacía ver no es lo que esperábamos? En persona parece más pequeño, menos bonito o, sencillamente, decepcionante…Egipto, como destino turístico, tiene un sinfín de virtudes, pero de entre todas ellas destaca una: no decepciona. Nunca. A nadie. Es más, todas las imágenes que se habían formado en nuestra mente al pensar en Egipto no solo se hacen realidad al poner los pies en este maravilloso destino, sino que además resultan ser aún más impactantes de lo que nosotros las habíamos moldeado.

Las Pirámides de Guiza son el ejemplo perfecto de esa gran virtud a la que nos referimos. Las hemos visto en fotos, en películas, documentales y hasta en dibujos animados. Sabemos que fueron una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y que están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sabemos muchas cosas sobre ellas, y tenemos una imagen clara de su aspecto. Pero lo cierto es que, al plantarse delante de ellas y contemplarlas por primera vez, las palabras se detienen en el aire, el corazón comienza a bombear más deprisa y la mirada se empaña por la emoción de saber que estamos siendo testigos de la Historia. Además de las Pirámides, este gran viaje nos dará la oportunidad de conocer otros muchos enclaves de ensueño: Abu Simbel, los templos de Horus, Karnak y Luxor, la Gran Esfinge, las callejuelas siempre abarrotadas y siempre divertidas de El Cairo… Y en todos estos lugares ocurrirá lo mismo que en las pirámides: lo que tendremos delante se ajustará, o incluso superará, nuestras expectativas. Un gran viaje nunca debería dejar un regusto amargo en la boca de quien lo emprende. Por eso, elegir Egipto como el lugar donde vivir una aventura es una magnífica idea. Porque, entre otras cosas, este es un destino que nunca decepciona.