Egipto es un país grande y un gran país
Disfrutando del placer de viajar
El Nilo, fuente de vida
El destino ideal para cualquier viajero
Egipto y su gastronomía
5 razones para viajar a EGIPTO
Pasado y presente, historia y leyenda, arqueología y diversión… A diferencia de las dos caras de una moneda, las dos facetas de Egipto son siempre visibles. Incluso cuando estemos sentados en un cómodo sofá del hall de nuestro hotel, disfrutando de un cóctel mientras dejamos que el aire acondicionado nos refresque, sabremos que estamos rodeados del desierto. Asimismo, cuando estemos surcando las aguas del Nilo a bordo de un crucero o pisando las doradas arenas del Sahara, cualquier detalle nos recordará que nos hallamos en un país moderno, con la mirada puesta en el futuro y lleno de la vitalidad de una nueva generación de jóvenes egipcios que viene pisando fuerte.
El segundo río más largo del mundo recorre Egipto de sur a norte, vertebrando un país que, a ambos lados de su curso, está cubierto por las arenas del desierto. El Nilo no solo aporta vida y naturaleza al territorio egipcio, sembrando de vergeles sus áridas orillas, sino que constituye el escenario perfecto para llevar a cabo un inolvidable crucero. Viajeros de todos los rincones del planeta eligen, año tras año, este destino para vivir una experiencia única, y escogen las aguas del Nilo como el medio donde hacer realidad sus sueños.
Además del puro placer de navegar, este maravilloso crucero fluvial nos ofrece la oportunidad de conocer varios de los sitios arqueológicos más importantes de Egipto, como el Templo de Abu Simbel, el Valle de los Reyes, el Valle de las Reinas, los templos de Karnak y Luxor, el del dios Horus en Edfú, o los que se encuentran en las inmediaciones de Kom Ombo.
Las Pirámides están muy bien, desde luego. Y la Gran Esfinge, y los templos de Karnak, Luxor y Abu Simbel. También están los museos, y todo el patrimonio cultural de la nación… Pero no nos engañemos: Egipto es, por encima de todo, un país divertido. Muy divertido, de hecho. El aparente caos que reina en El Cairo; el bullicio y el colorido que brotan de los bazares y mercadillos de todo el país, sobre todo el de Jan El-Jalili, en la capital; las playas del Mar Rojo, siempre llenas de gente guapa y buen ambiente; las teterías y restaurantes tradicionales que salpican las calles de Alejandría; el relax y el bienestar del que se puede disfrutar en ciudades balneario como Sharm el-Sheik, o actividades tan emocionantes como dar un paseo en globo aerostático, sobrevolando las dunas del Desierto del Sahara. Estas son solo algunos de los atractivos que nos ofrece Egipto: ¿Verdad que realmente parece un país divertido?
A no ser, claro está, que el viajero en cuestión no esté interesado en visitar lugares exóticos, en vivir aventuras entre las arenas del desierto, en conocer los enclaves arqueológicos más impactantes del mundo y en degustar la sabrosa y variada gastronomía del norte de África…Pero ese no es el caso, ¿verdad? Egipto es un país perfecto para realizar un gran viaje de esos que no se olvidan fácilmente, tanto si se hace en pareja como acompañado de un grupo de amigos o rodeado de toda la familia, incluyendo a los más pequeños. Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta hacer un buen crucero, dar un paseo en pleno Sahara a lomos de un camello o intentar descifrar la enigmática mirada de la Gran Esfinge?
Egipto ha sido, históricamente, el nexo de unión entre tres continentes: África, Asia y Europa. Su ubicación geográfica, su papel estratégico en los conflictos bélicos y la astucia de sus comerciantes en el plano económico han hecho de este país una puerta por la que, desde hace siglos, han entrado y salido mercancías, manifestaciones artísticas y todo tipo de influencias culturales. La gastronomía del país es buen ejemplo de este crisol de culturas: los platos típicos de la cocina árabe, como el cuscús, el arroz pilaf o los kebabs, aparecen en las cartas de los restaurantes rodeados de muestras del recetario tradicional europeo y de algunas influencias orientales e incluso latinas. El Mediterráneo, por supuesto, aporta su granito de arena a esta variada y sabrosa gastronomía con pescados frescos y algunos mariscos diferentes, atrevidos y llenos de sabor, como por ejemplo unas gambas enormes que se sirven especialmente en Alejandría y sus alrededores.