PASEO DE LA FAMA DE HOLLYWOOD

Con más de 2.500 estrellas de mármol y bronce dedicadas a los grandes nombres de la industria del entretenimiento, no hay acera en el mundo más glamurosa que Hollywood Walk of Fame. Ubicada en las confluencias de Hollywood Boulevard y Vine Street, el Paseo de la Fama fue creado en 1958 por el artista californiano Oliver Weissmüller para rendir homenaje a los actores, cineastas, músicos y celebridades más exitosos de la historia de Hollywood. Calza zapato cómodo para recorrer los más de dos kilómetros del paseo e intenta no tropezar con nadie. Y es que una vez allí, no podrás evitar levantar la vista del suelo. Si deseas encontrar a un artista en concreto, existe un buscador de estrellas en la web oficial del Walk of Fame.

SEDONA

Sedona es una pequeña ciudad desértica que yace en una bella zona de paisajes, en la que se mezclan frondosas vegetaciones con montañas rocosas de tierra rojiza de un misticismo innegable. Estos paisajes seguro que te recordarán a muchas películas del Oeste, pues fueron escenarios de rodaje de algunos de los títulos más famosos de este género. Ya en la década de los 60, Sedona se convirtió en refugio para bohemios y artistas que buscaban tranquilidad en un hermoso e inspirador entorno. Así, personalidades como Al Pacino, Sharon Stone, Orson Wells o el mismísimo Walt Disney establecieron allí sus segundas residencias. No debes perderte visitar The Chapel of the Holy Cross, una capilla de 73 m de altura incrustada en la montaña y desde donde se tienen las mejores vistas de Sedona.

DESIERTO DE MOJAVE

En tu viaje por la costa oeste, disfrutarás de un paisaje omnipresente que te acompañará en tus desplazamientos entre los diferentes lugares que visitarás. Se trata del desierto de Mojave. Con una extensión de 125.000 km2, es uno de los desiertos más grandes de los Estados Unidos que alberga tres parques naturales dignos de mención: Death Valley, Mojave National Preserve y Joshua Tree. Espectaculares cañones esculpidos por el agua, antiguos cursos de lava, dunas de arena gigantes y bosques de árboles de Josué, harán que la travesía por el desierto sea mucho más interesante.

ANTELOPE CANYON

El estado de Arizona es un lugar mágico gracias a su magnífico y escarpado terreno desértico que contrasta con los intensos azules del cielo. Allí, situado en una reserva de nativos navajos, se encuentra una de las maravillas naturales más sorprendentes y visitadas del país, el Antelope Canyon. Sus ondulantes paredes de arenisca roja de hasta cuarenta metros de altura, fruto de miles de años de erosión, parecen estar en movimiento e hipnotizan a miles de visitantes cada año. Este impresionante cañón de ranura consta de dos secciones: la parte alta o Upper Antelope Canyon y la parte baja o Lower Antelope Canyon, ambas de singular belleza y con mágicos efectos de luz sobre sus paredes rojizas. ¡Inolvidable!

SAN FRANCISCO

EA nadie se le escapa que San Francisco es una de las ciudades más icónicas y tolerantes del mundo. Las colinas que la rodean moldean sus famosas calles y empinadas cuestas y las preciosas casas victorianas le confieren un estilo único. Y aunque lo más conocido sea el Golden Gate o sus tranvías, lo mejor de la Ciudad de la Bahía es lo que no es visible a simple vista: su espíritu bohemio y libre, su pasión por la tecnología, la bon vivre y la comida orgánica la hacen diferente del resto. Adelantada a su tiempo y dispuesta a acoger a todo el mundo, en San Francisco siempre se ha vivido sin tabúes y ha sido cuna de algunos de los movimientos reivindicativos más importantes del siglo XX. Ya lo cantaba Scott McKenzie en 1967, “…If you're going to San Francisco, you're gonna meet some gentle people there…”, canción que se convertiría en uno de los himnos más conocidos del movimiento hippie.