Inconfundible gracias a sus ondulantes dibujos en blanco y negro de su paseo marítimo, y sus vendedores ambulantes ofreciendo deliciosos biscoitos y salgadinhos, Copacabana es una de las playas más famosas e icónicas del mundo. También conocida como la Princesinha do Mar, Copacabana es el punto de encuentro más cosmopolita de la ciudad y el escenario de las celebraciones de Año Nuevo más emblemáticas del planeta.
Desde el momento en que el carnaval llegó a Brasil, Salvador siempre ha presentado una manera extraordinaria de celebrar la mayor fiesta callejera del mundo. El carnaval de Salvador, con un auténtico espíritu africano, es una celebración de la felicidad, donde todos están invitados a unirse a la fiesta con canciones, música y baile. La fuerza que empuja todas las fiestas durante una semana hasta el Miércoles de Ceniza es el axè, un ritmo afrobrasileño que ha hecho de Salvador la capital musical del estado de Bahía y que no debes perderte si tu estancia coincide con la celebración de esta fiesta única en el mundo.
Todo aquel que visite Río de Janeiro, debe realizar una visita obligatoria al Pan de Azúcar. Y es que ese imponente bloque de roca granítica de casi 400 metros de altura, enclavado a la entrada de la bellísima Bahía de Guanabara, es uno de los símbolos más reconocibles de la capital carioca y es visible desde casi todos los puntos de la ciudad. Su característica forma, su ubicación privilegiada y el hecho que se accede a su cumbre en teleférico para disfrutar de unas vistas excepcionales, lo convierten en uno de esos mágicos lugares que debes tachar en tu lista de deseos.
Comúnmente llamada Sampa, São Paulo es la mayor ciudad del hemisferio sur y, por ende, la ciudad más grande y cosmopolita de Brasil. Considerada la más importante en el ámbito cultural, económico y social cumpliendo el papel de uno de los mayores centros financieros de América Latina. Al igual que la ciudad de Nueva York, São Paulo nunca duerme, funciona de lunes a lunes, con espectáculos de teatro y exposiciones en cartel, bares y restaurantes abiertos a cualquier hora del día. Y además goza de un fabuloso clima, lo que permite disfrutar a quien la visita de sus hermosas playas y de sus atractivos turísticos durante todo el año.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el casco viejo o centro histórico de Salvador preserva millares de casonas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Está dividido en tres áreas principales: la plaza Municipal hasta el Largo de São Francisco, el Pelourinho y el Largo do Carmo, donde abundan las iglesias y casonas de otros siglos, rodeadas por la vasta actividad cultural que se desarrolla en el lugar. Además, a lo largo de sus cuestas y calles pavimentadas con adoquines redondeados (llamados cabeza de negro) están registrados importantes episodios de la historia brasileña y que merece la pena que descubras.
