LA AMAZONIA BRASILEÑA

No hay duda de que, el principal motivo la Amazonia, es adentrarse en la jungla: surcar los zigzagueantes cursos de agua en canoa, caminar por frondosos senderos, observar las copas de los enormes árboles en busca de monos, perezosos y otras criaturas. La selva tropical más vasta y con mayor biodiversidad del mundo, ofrece emociones de toda clase y para todo tipo de viajeros: desde sencillos paseos por senderos naturales, hasta trepar por árboles de 60 metros. Sean cuales sean tus expectativas, en la selva amazónica te esperan un sinfín de aventuras que no olvidarás fácilmente.

PRAIA DO FORTE

Situada en el municipio de Mata de São João, a 90 km de Salvador de Bahía, Praia do Forte es conocida como la polinesia brasileña. Sus más de 10 km de playas con dunas de arenas blancas y palmeras junto al mar, sus aguas cálidas y sus piscinas naturales hacen de esta playa un paraíso natural en el nordeste brasileño. Y si viajas con niños, te recomendamos visitar el Proyecto Tamar, un espacio destinado a la investigación y a la conservación de las tortugas marinas en vías de extinción y que los más pequeños no olvidarán nunca.

VISITAR LAS CATARTAS DE IGUAZÚ

En el extremo del estado de Paraná está situada Foz do Iguaçu, una de las más bellas postales del país, gracias a los majestuosos 275 saltos de agua que forman las cataratas de Iguazú. Ubicadas en la frontera entre Brasil y Argentina, en el Parque Nacional de Iguaçu, las cataratas atraen cada año a millones de visitantes de todo el mundo. Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, y una de las nuevas 7 Maravillas Naturales del Mundo, el parque protege especies de fauna y flora amenazadas en peligro de extinción como la onça-pintada y la araucaria, tortugas y lagartos, entre otras. Pero el plato fuerte del parque y que no te cansarás de fotografiar, es la Garganta del Diablo que, con 90 metros de altura, es la caída de agua más impresionante y majestuosa del parque. ¡Alucinarás!

PORTO DE GALINHAS

Ubicada en el municipio de Ipojuca se encuentra una de las playas de Brasil más hermosas y visitadas tanto por locales como por turistas. Se trata de la playa de Porto de Galinhas. Sus aguas cristalinas y cálidas son famosas por formar, durante la marea baja, grandes piscinas naturales de tonos verdosos en hermosos arrecifes. Cuando ese magnífico fenómeno natural ocurre, el agua se queda estancada dentro de arrecifes coralinos formando verdaderos acuarios naturales —uno de ellos tiene la forma del mapa de Brasil— repletos de bancos de coloridos peces y otras especies animales. Infórmate sobre la tabla de mareas, ya que el nivel del agua puede variar rápidamente.

CRISTO DEL CORCOVADO

Considerada una de las siete maravillas del mundo moderno, el Cristo Redentor es una estatua de 30 metros de altura de estilo art déco que corona el cerro del Corcovado a 710 metros de altura. Inaugurada en 1931, fruto del trabajo del escultor francés de origen polaco Paul Landowski y del ingeniero brasileño Heitor da Silva Costa, su presencia es visible desde casi cualquier parte de la ciudad y sus brazos abiertos parecen dar la bienvenida a locales y foráneos y simbolizan la hospitalidad y devoción del pueblo carioca. Para acceder a la cima, solo deberás tomar el colorido tren del Corcovado y disfrutar de un agradable paseo de unos 20 minutos a través del Parque Nacional Tijuca: cuatro mil hectáreas de naturaleza y selva tropical en pleno corazón de Río de Janeiro lo hacen el parque urbano más grande del mundo. Una vez arriba, tendrás unas vistas incomparables del Pan de Azúcar, de las nacaradas playas de Copacabana e Ipanema y de la bahía de Guanabara, una de las más bellas del mundo. Bem-vindo ao Rio de Janeiro!