La Ciudad Prohibida
Fue el Palacio Imperial de China, un gran complejo palaciego que ocupa una superficie de 72 hectáreas y que acogió durante quinientos años a los emperadores de las dinastías Ming y Qing, las dos últimas dinastías en la historia de las dinastías feudales chinas. Fue bautizado como la “Ciudad Prohibida" porque tanto para acceder como para salir debías contar con un permiso especial y sólo los cortesanos podían obtener audiencia del emperador. El palacio y sus dependencias estuvieron reservados para la corte y sus súbditos. Vale la pena, admirar este gran lugar, descubrir sus grandiosos tesoros y pasear por el que fue un lugar impenetrable.