Castillo de Osaka

Originalmente llamado Ozaka-jo, es uno de los más famosos del país y desempeñó un papel importante en la unificación de Japón durante el periodo Azuchi-Momoyama del siglo XVI. Es el orgullo del país, un gran símbolo para Japón, que tardó en construirse 16 años.

Nara

Es el corazón político y religioso del Japón ancestral, cuenta con algunos de los santuarios y templos sagrados más antiguos del país. Su parque es principalmente conocido por los ciervos domesticados que merodean libremente campando a sus anchas y el Templo Todaiji, alberga la estatua de bronce de Buda más grande del mundo.

Santuario Fushimi Inari

Es el principal santuario sintoísta dedicado a la deidad Inari y uno de los más antiguos, ya que data del siglo VIII. Su atractivo principal es el camino de las mil puertas torii de color bermellón que lleva hasta la cima del monte Inari. El santuario se hizo mundialmente famoso por la película Memorias de una Geisha.

Castillo de Nijo

Construido en el periodo Edo, en el año 1603, es un claro ejemplo de la arquitectura palaciega de Japón de este periodo. En sus jardines hay más de 400 árboles de cerezos y ciruelos que la convierten una visita imprescindible durante la época de la floración. Es la representación más clara del poder que ejercían sobre el emperador los shogun o señores de la guerra. El Castillo de Nijo fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Templo Kinkakuji

El Templo Kinkakuji es también conocido como Pabellón Dorado, debido a que sus dos plantas superiores están cubiertas con pan de oro. Está situado en medio de un lago que refleja su imagen en el agua, convirtiéndolo en una de las visitas imprescindibles en la ciudad de Kyoto.

Santuario Heian

Este santuario sintoísta fue construido en 1895 para conmemorar el 1.100 aniversario del reinado de Kyoto como capital de Japón. Su rasgo más reconocible es su gran puerta torii roja de más de 24m de altura. Es en este santuario donde se celebra en octubre uno de los festivales más importantes de Kyoto, el Jidai Matsurio o festival de las eras.

Magome y Tsumago

Los pueblos de Magome y Tsumago son dos antiguos shukuba o estaciones de descanso de la ruta Nakasendo, en los Alpes japoneses. Hoy en día, andar por sus calles es como viajar al Japón del pasado, al periodo Edo. Una experiencia que no puedes perderte y que se quedará en tu retina para siempre.

Takayama

Descubre sus calles estrechas, como la calle Kami-sannomachi, bordeadas de casas de madera de comerciantes que datan del período Edo, junto con varios museos pequeños. La ciudad es famosa por el Festival de Takayama que data de mediados del siglo XVII y celebra la primavera y el otoño con desfiles que incluyen carros decorados con oro.

Shirakawago

Esta aldea histórica situada en los Alpes Japoneses, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es conocida por sus típicas casas de estilo “Gassho-zukuri” con tejado triangular hecho de paja y muy inclinado para soportar el peso de la abundante nieve que cae en esta zona en invierno.

Mini-crucero por el lago Ashi y subida en teleférico

Descubre el increíble paisaje del Parque Nacional de Fuji-Hakone con un relajante mini-crucero por el lago Ashi. Si el tiempo lo permite, podrás disfrutar de una increíble vista del Monte Fuji a bordo del teleférico.

Templo Asakusa Kannon

El Templo Sensoji en Asakusa es el templo budista más antiguo de Tokyo. Junto al Templo se encuentra el Santuario sintoísta de Asakusa y la calle Nakamise donde encontrarás 89 pequeñas tiendas que venden desde recuerdos y souvenirs hasta kimonos, galletas o bollos típicos.

Maldivas

Maldivas es una auténtica maravilla natural en la que cada resort ocupa una o varias islas. Compuesto por 1200 islas, la mayor parte de ellas con un arrecife de coral vivo y una laguna interior, solo 200 de ellas estás habitadas por comunidades de pescadores y unas 90 islas están dedicadas al turismo. Tal es la belleza de Maldivas que impresiona ya desde el aire. Un sitio perfecto para disfrutar en pareja, donde relajarse y vivir cada momento.