Descubrir la complejidad del país

Pocos países generan tantas pasiones como lo hace Israel, más de 2.000 años tuvieron que esperar los judíos para tener un territorio propio, pero a la vez es ciudad santa para los cristianos como también lo es para los musulmanes. Viajar a Israel hará que puedas comprender una realidad que muy pocos conocen verdaderamente.

Jerusalén, cuna de la humanidad

Callejear por Jerusalén y visitar los lugares más sagrados de las tres religiones monoteístas, sentir el peso de la historia y la religión, pocas ciudades en el mundo te lo pueden ofrecer. Allí encontrarás el Muro de las Lamentaciones, vestigio del antiguo Templo de Salomón donde desde hace más de 2.000 años los judíos se postran para lamentarse por su dispersión, la Basílica del Santo Sepulcro erigida sobre la tumba de Jesús y la cúpula de la Roca desde donde Mahoma inició su ascensión al cielo.

Diversión y salud

Vive la interminable noche de su capital, Tel Aviv. Disfrutarás como nunca bailando hasta el amanecer en cualquiera de sus famosos clubs nocturnos, o si lo prefieres flota sin ningún esfuerzo en el mar Muerto, que siendo muy divertido es además muy saludable al contar con 20 veces más de bromo, 15 veces más de magnesio y 10 veces más de yodo que el agua marina normal.

Paisajes abrumadores rodeados por cuatro mares

Desde el verdor de los bosques mediterráneos de Galilea a las inmensas extensiones del desierto de Negev en tan solo unas horas, hay que añadir las llanuras que bordean el mar Mediterráneo y las colinas de Jerusalén y el mar Rojo, así como dos mares interiores, el mar de Galilea o Lago de Tiberiades y el mar Muerto. Israel es uno de los países donde se da una de las mayores concentraciones de reservas naturales a nivel mundial respecto a la extensión de su territorio.

Gastronomía

Debido a su gran diversidad cultural su cocina tiene multitud de sabores, aromas, especias e infinidad de platos que probar. Desde los árabes al imperio otomano o bizantino, todos han dejado huella en la gastronomía del país, pero no podemos hablar de la gastronomía israelí sin tener en cuenta la cocina kosher, término utilizado en hebreo para designar al conjunto de las leyes y costumbres aplicables a la comida autorizada por el Torá. Degusta entre otros, el hummus que consiste en una deliciosa crema de garbanzos cocida con zumo de limón, ajo, pasta de sésamo y tahina, el falafel que es una combinación de habas y garbanzos, el shakshuka a base de huevos escalfados en salsa de tomates, ajos y cebolla, el Katzutz la famosa ensalada israelí con pimienta, perejil, zanahoria, pepino, verduras de hojas verdes, tomate, aceite de oliva y zumo de limón.