Bósforo

Es imprescindible realizar el crucero por el Bósforo, estrecho que separa dos continentes y une el Mar Negro con el Mar de Mármara. Desde el barco se puede admirar el Palacio de Dolmabahce, la Mezquita, el barrio bohemio de Ortakoy, las Fortalezas de Rumelia y Anatolia, el Palacio de Beylerbeyi y las típicas casas de madera “yali”.

Hipódromo De Estambul

El antiguo Hipódromo pertenece a la época bizantina, fue centro de la actividad civil del país y en donde no solamente se realizaban las carreras de caballos y los combates de gladiadores, sino también las celebraciones en honor del Emperador. Hoy en día conserva el Obelisco de Teodosio, la Columna Serpentina y la Fuente del Emperador Guillermo. En la misma zona se puede visitar la Mezquita Azul que fue construida en 1609 durante el sultanato de Ahmet, el cual, queriendo superar con su mezquita a la Basílica de Santa Sofía, la construyó con 6 minaretes.

Capadocia

Única en el mundo, combina los caprichos de la naturaleza con lugares de gran interés cultural. Imprescindible el paseo por el fascinante Valle de Dervent, conocido como el valle de las “chimeneas de hadas”, donde la piedra erosionada por el viento y por la acción del agua sobre terreno volcánico, ha dado lugar a un paisaje espectacular formado por picos, conos y obeliscos. También encontraremos las ciudades subterráneas, construidas por las comunidades cristianas para protegerse de los ataques árabes.

Göreme

El museo al aire libre de Göreme conserva un impresionante conjunto de iglesias, capillas y monasterios excavados en la roca con frescos del siglo XI, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En esta zona también puedes visitar los espectaculares parajes volcánicos de Avcilar (de los cazadores) y Güvercinlik (de los palomares) y admirar una maravillosa vista panorámica del castillo de Uçhisar, situado en lo alto de un promontorio de roca volcánica perforado por túneles y ventanas.

Ürgup

Vale la pena visitar las "Tres Bellezas de Ürgüp”, donde se pueden ver las formaciones rocosas con silueta de setas y una vista panorámica de la ciudad. Tampoco olvidar, el pequeño y hermoso pueblo de Ortahisar, que destaca por su castillo de 86 m de altura y que se convirtió en vivienda de los hititas.