Marrakech

Visitar Marrakech es una experiencia única, la mezcla de aromas, sabores y colores activa todos los sentidos. No hay que dejar de perderse por las estrechas calles de su Medina, visitar el zoco y la famosa plaza de Jamaa El Fna, concurrida por multitud de músicos, encantadores de serpientes y vendedores de historias. A la vez Marrakech es una ciudad moderna y contemporánea, con multitud de bares y restaurantes que te transportan a la actualidad. La combinación de todo esto hace que sea un lugar mágico e inolvidable.

Ouarzazate

Ouarzazate es conocida como la puerta del desierto ya que es la última ciudad antes de llegar al Sáhara. También es famosa por tener uno de los mayores estudios de cine del mundo, en ella se rodaron famosas películas como Lawrence de Arabia y Gladiator. Gracias a su ubicación, Ouarzazate, es una ciudad con una mezcla de culturas diferentes como la bereber, los nómadas del desierto y la árabe. No dejes de visitar su mercado central y la plaza Al Mouahidine.

Kasbah ait Benhaddou

Poblado de parada obligatoria para los comerciantes que realizaban la ruta entre Sudán y Marrakech, fue declarada Patrimonio de la Humanidad debido a su importancia histórica y excelente estado de conservación. Las kasbahs fueron construidas en adobe y barro, contaban con varias torres de defensa y estaban amuralladas, con el objetivo de defender los cultivos y casas que las rodeaban.

Gargantas del Todra

Impresionante cañón con paredes de hasta 400 metros talladas por el río Todra. Adentrarse en este desfiladero erosionado por el paso de los años, es una aventura y una forma única de sorprenderse con lo que puede conseguir la naturaleza. El agua es completamente transparente y los fines de semana es un sitio muy visitado por las familias marroquíes donde aprovechan para bañarse y pasar el día en un entorno privilegiado.

Merzouga

Merzouga es fascinante, vale la pena visitarla y descubrir sus inmensas dunas de arenas, algunas pueden alcanzar hasta los 150 metros de altura. Pasar la noche en una jaima, disfrutando de la noche estrellada y del precioso amanecer es una experiencia inigualable, un antes y un después en el recorrido del viaje. Los cambios de color de la arena a medida que pasa el día hacen que sea un espectáculo natural, cuando llega la noche se produce la oscuridad total y con ella los músicos que forman la hoguera donde se comparten momentos inolvidables con el resto de los visitantes bajo la luz de las estrellas.