El anfiteatro de El Jem fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1979, es uno de los monumentos romanos mejor conservados del mundo. Allí se organizaban combates de gladiadores y animales salvajes. Visitar el coliseo más grande de África, es hacer un viaje a la historia del país donde se pueden sentir momentos especiales de lo que era la época romana.
Matmata es un lugar especial ya que allí se encuentran las auténticas casas trogloditas, típicas casas subterráneas de los pueblos bereberes. Hay más de treinta familias viviendo de este modo y aprovechando el microclima de las cuevas, donde la temperatura es agradable en invierno y fresca en verano. Comer en un restaurante típico dentro de una casa troglodita es una experiencia única.
Es el lago salado más grande del norte de África, pero la realidad es que, aunque en el mapa sea representado como un lago, la cantidad de agua es mínima ya que depende de las lluvias y es más habitual encontrar una gran llanura. Su dimensión y colores no dejan de sorprender a quien lo visita. Recomendable recorrerlo al amanecer.
Se encuentran al norte de Tozeur, entre las montañas del Atlas y próximos a la frontera con Argelia. Estos famosos pueblos, están situados en los oasis de montaña donde encontraremos palmeras y cascadas. La mejor forma de visitarlo es recorriendo su sendero pedregoso y admirando sus paisajes y vistas panorámicas.
La ciudad de Douz está rodeada de verdes oasis de palmeras y es conocida como la puerta del desierto. Allí empieza el Sáhara, desierto de arena fina y brillante plagado de dunas. Montar a camello como los nómadas, vestido con sus túnicas, es un recuerdo inolvidable.
