Una zona sur árida con diversas playas de arena dorada; una zona norte más verde con playas salvajes de arena negra, orgullosas de su origen volcánico; imponentes acantilados; piscinas naturales formadas por piedras volcánicas; un monte de espesa vegetación repleto de senderos…

Maravíllate con el Parque Nacional del Teide, practica todos los deportes acuáticos, visita los mejores parques temáticos del archipiélago, embárcate para avistar cetáceos a pocos metros de distancia, disfruta su extensa oferta gastronómica (incluidos los populares guachinches) o trasládate a otra época dando un paseo por el casco histórico de La Laguna, ciudad Patrimonio de la Humanidad.

¡Tenerife te ofrece de todo y para todos/-as!

Kilométricas playas de arena dorada en el sur, un mar de dunas de belleza singular, una capital vibrante y cosmopolita que contrasta con algunas de las mejores representaciones de arquitectura tradicional canaria del archipiélago, carreteras panorámicas que te invitan a hacer un roadtrip, una pequeña Venecia, barrancos que te transportarán a Arizona (Estados Unidos) y una gran oferta de ocio.

Una isla tolerante, que apuesta por la diversidad y te invita a disfrutar al máximo de tus vacaciones.

El Parque Nacional de Timanfaya, de un valor geológico incalculable y cuyos paisajes te teletransportarán nada menos que a la Luna; las múltiples obras de César Manrique, que convirtió a la isla en su lienzo; preciosas playas de arena dorada e incluso un museo submarino, son solo algunas de las muchas opciones para disfrutar de esta maravillosa isla. Y por supuesto, tendremos que reservar tiempo para visitar una o varias bodegas, donde degustar sus reconocidos y exquisitos vinos Malvasía.

No importa si es tu primera visita o ya eres un enamorado/-a de sus islas, que se escapa a visitarlas en cuanto puede; siempre que te des la oportunidad, Canarias encontrará la manera de sorprenderte.

Un archipiélago salvaje, virgen en gran parte de su territorio, con uno de los mejores climas del mundo y con una diversidad geológica y paisajística única, en la que reside gran parte de su valor. Porque si hay algo que caracteriza a las islas Canarias, con permiso y como consecuencia del clima, son sus contrastes. Volcanes, valles, desiertos, bosques selváticos, acantilados, playas de aguas cristalinas en todas las formas posibles (en calma, salvajes, de arena dorada, de arena negra volcánica, de callao, piscinas y charcos naturales…) y aptas para todo tipo de actividades. Si todo esto lo acompañas del buen rollo y encanto particular de sus gentes, ¿qué más se puede pedir? Solo falta que decidas por dónde quieres empezar…